Sr. LEIRA, Dolores

Queridas hermanas, 

el 25 de septiembre 2023, en la Casa San José, Buenos Aires, el Señor de la Vida llamó  para estar con Él a nuestra querida hermana  

Sr. LEIRA Dolores 

Nació en Ensenada, provincia de Buenos Aires, el 7 de abril 1936 

Profesó en Morón el 24 de enero 1959 

Sr. Dolores era la octava hija de Felipe y Ramona García, ambos de nacionalidad española. Pura María, la  mayor de los 10 hermanos, fue también ella Hija de María Auxiliadora y madrina de bautismo muy querida y admirada  por Dolores, crecidas en un hogar de profunda fe y vida cristiana. 

Ingresó al Aspirantado en Bernal el 31 de enero de 1954 donde estudió y obtuvo el título de Maestra de  Lencería. Siendo novicia en Morón se recibió con el título de Maestra Catequista para el Nivel Primario: ambas  certificaciones la habilitaron durante varios años para la misión educativa entre las niñas que le fueron confiadas. 

El año de su profesión fue Maestra de Labores en San Telmo; desde 1960 a 1963 estuvo en Almagro como  asistente, profesora de labores y encargada de la ropería; desde 1964 a 1967 en Avellaneda como profesora de  labores y catequista del secundario. Luego de estar un año en el Noviciado de Morón, pasó a San Justo como  asistente de las internas y profesora de actividades prácticas desde 1970 a 1975. Su carácter alegre y jovial la hacía  cercana a las chicas que siempre la recordaban con cariño. En San Miguel, durante los años 1976 a 1978, fue  estudiante y obtuvo el título de Perito Comercial con especialidad en Administración de Empresas, formación que la  preparó para desempeñar el servicio de ecónoma en Morón Sagrado Corazón (1979), San Justo (1980 a 1984),  Almagro como ayudante de la Ecónoma Inspectorial (1985-1991) y ecónoma de la Casa Inspectorial desde 1992  hasta el 2006, destacándose en ella el trabajo incansable, la rectitud, la sencillez en el donarse a las hermanas, la  disponibilidad y acogida a quien llegaba de paso. Actualizó la tarea del Economato Inspectorial mediante la  informatización del sistema contable y colaboró brindando cursos y asesorando a los equipos de administración que  lo requerían, también en otras inspectorías de la CICSAL. Se caracterizó por el trabajo creativo junto a los laicos:  con los Padres de Familia de San Justo organizó innumerables beneficios para lograr mejoras en el servicio  educativo.  

De carácter fuerte y volitivo, era capaz de volver sobre sus pasos para pedir disculpas o reparar un mal  momento. Su veta artística se desplegaba a través del uso de diversos programas de computación que le permitían realizar carteles para las fiestas o tarjetas con mensajes que encontraba siempre una ocasión para regalar. 

Desde el año 2001 hasta el 2015 fue Delegada Inspectorial de las Exalumnas. ¡Cómo disfrutó ese espacio! En  un clima de familia comprometido con el acompañamiento de todas las Uniones, la Hna Dolores junto a las  Exalumnas de la Federación compartía horas de trabajo entusiasta. Una de las iniciativas de ese tiempo fue la  animación anual del “Rosario por la vida” en una de las plazas del centro de la ciudad, que las empeñaba durante  varios meses en su preparación en red con variadas instituciones adherentes.  

A partir del año 2016 la encontramos en reposo en la Casa San José, colaborando en las tareas comunitarias,  con un deterioro cognitivo que se fue pronunciando con el paso de los años, sin llevarse su sonrisa, su amable saludo y su sentido del humor. El Señor nos sorprendió con su partida durante la noche del 25, día que se celebra  en Argentina a Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás: una indudable delicadeza de la Madre del Cielo para con su hija que tanto la amaba y divulgaba de mil maneras su devoción. 

Querida Hna Dolores, vos que estás con el Señor para siempre, te confiamos las comunidades educativas de  nuestra Inspectoría para que la experiencia de misión compartida que viviste entre nosotras siga siendo nuestro  estilo de presencia educativa en medio de los jóvenes. 

 Ofrezcamos por esta querida hermana nuestra oración de sufragio. 

Con afecto 

Sr. Silvia Boullosa 
Inspectora ARG