Sr. CICUTTA, Julia Teresa

Queridas hermanas: 

en la madrugada del 6 de junio 2024, en la Casa María Inmaculada, Córdoba, celebró su encuentro eterno en el Corazón del Señor nuestra querida hermana

Sr. CICUTTA Julia Teresa 

Nació en Resistencia, provincia del Chaco, el 6 de agosto de 1932

Profesó en Funes el 24 de enero de 1956

“Mi alma alaba al Señor porque hizo maravillas en mí”. Así expresaba la Hna Teresita su alegría y gratitud el día de sus bodas de oro de profesión junto a las hermanas y familiares, y creemos que es éste también su canto en la eternidad.

Era la menor de diez hermanos; creció en un hogar de ricas virtudes humanas donde aprendió la fraternidad, a cultivar el amor a la Eucaristía y a la Virgen, el compromiso eclesial como catequista y miembro de la Acción Católica en la Parroquia San Francisco Javier de su ciudad natal: “Aquí  maduró el llamado a la consagración religiosa dejando en mi corazón la adhesión y fe  inquebrantable a la Iglesia por la extensión del Reino”. En sus memorias cuenta que “ocho de mis hermanos fueron maestros: creemos que nuestra vocación docente nació de la fe y piedad familiar”.

A los 20 años, habiendo ejercido por un tiempo también ella la docencia, decide ingresar al Instituto. El año de su profesión en 1956, la encontramos en Rosario como maestra, responsable del Oratorio de la casa, luego estudiante de Literatura y Latín, profesora, asistente. En 1965 estuvo en Curuzú Cuatiá donde fue asistente, catequista, encargada de las asociaciones, profesora y consejera local. Regresa al año siguiente a la ciudad de Rosario donde fue, en la Casa Laura Vicuña (1966-1969), asistente de las aspirantes, profesora, rectora, secretaria, encargada del Oratorio y de los Medios de Comunicación Social; y en el Colegio María Auxiliadora (1970 a 1977) vicaria, profesora, responsable inspectorial de los Oratorios y miembro del Equipo de Pastoral Juvenil. En Santa Rosa (1978-1982, 1987-1990, 2008-2012) fue profesora, catequista en el primario, secundario y terciario, vicaria, profesora y encargada de catequistas. Una FMA expresa: “Fue mi profesora de literatura, muy buena siempre, tenía la alegría en todo su ser”. Otra exalumna de ese tiempo dice: “Yo era niña cuando iba al Oratorio del Colegio, y en los patios y capilla compartíamos el amor a la Auxiliadora. Los días viernes, a la salida de la escuela, ella estaba en la puerta con su sonrisa, entusiasmo, cariño, entregando volantes que invitaban al Oratorio”. “Trabajé en muchas cosas, dice la Hna Teresita, pero tuve una inclinación muy fuerte por el Oratorio, espacio de vida donde expresar la alegría salesiana que encontré junto a las hermanas en mi adolescencia y donde sentí el llamado de Dios a entregar la vida para el bien de los jóvenes”.

Fue directora de comunidad en San Juan (1983) y en Resistencia (1984-1986), años donde coincidió su servicio como Consejera Inspectorial. A Curuzú Cuatiá regresa los años 1991 a 1998 donde fue catequista y acompañante de las Comunidades Eclesiales de Base. Continuó dedicándose a la catequesis en Colonia Vignaud (1999-2000), en Córdoba Madre Mazzarello (2001-2005), en San Luis (2013), siempre con la misma pasión y competencia; para llegar, a fin de ese mismo año, en descanso, a la Casa María Inmaculada de Córdoba.

Hermana buena, comprensiva, buscadora del bien, de una alegría contagiosa, capaz de crear siempre el espíritu de familia a su lado, ‘chaqueña’ de corazón, nos deja a hermanas y laicos el testimonio misionero del anuncio del Amor de Dios en la sencillez y acogida a los más necesitados. Fue siempre muy responsable en su dedicación al estudio y actualización profesional para las tareas que le fueron confiadas.

Desde el año 2021 estaba en cama necesitada de todos los cuidados, muy grave en varios momentos. El domingo pasado recibió la Unción de los enfermos por última vez rodeada del cariño de su comunidad. La pascua estaba cada vez más cerca, la entrega en Jesús es total.

¡Gracias por tu vida, Hna Teresita! Celebra el encuentro anhelado en el Corazón de Jesús y aprende con el Maestro sus enseñanzas de eternidad: allí nos volveremos a encontrar en la alegría sin fin.

Ofrezcamos por esta querida hermana nuestra oración de sufragio.

Con afecto 

Hna Silvia Boullosa 
Inspectora ARG