Sr. CESARIN, Ángela

Queridas hermanas: 

El 3 de abril 2023, en el Policlínico del Docente de Buenos Aires, el Señor de la Vida  llamó a gozar de su Presencia a nuestra querida hermana 

Sr. CESARIN Angela 

Nació en Cordenons, provincia de Udine (Italia) el 15 de junio 1939 

Profesó en Morón el 24 de enero 1963 

La Hna Angelita, como comúnmente la llamábamos, era hija de César y de Teresa Zanella, ambos de la  provincia de Udine y la menor de 4 hermanos. En sus memorias cuenta que su papá trabajó en África, pero se  vio obligado a regresar cuando, al poco tiempo, contrajo la malaria. Años después partió para Alemania por un  nuevo trabajo; pero cuando se desató la segunda guerra mundial, la familia perdió toda comunicación con él  durante cuatro años. Mientras tanto en el pueblo, la mamá y la hermana mayor trabajaban en una fábrica de  tejeduría, Angelita iba por la mañana a la escuela estatal, por la tarde con las hermanas de la Virgen Niña a  aprender a coser y bordar, y los domingos, también con ellas, al Oratorio. Le gustaba participar de la Misa diaria  con su mamá y rezar en familia el santo rosario. “Desde siempre deseé hacerme religiosa”, escribe. Sin duda, la  profunda fe vivida en familia despertó en ella el deseo de ser toda de Jesús. Un día la mamá escucha en una  radio clandestina que el campamento donde se alojaba su esposo había sido destruido por un bombardeo y  todos los ocupantes habían perecido. El impacto de la noticia le produjo un infarto y como consecuencia la  imposibilidad de volver a trabajar. Sin embargo, el señor Cesarin se salvó providencialmente y meses más tarde  regresó a su casa. Cuando en 1949, siempre en busca de mejores condiciones laborales, partió para la Argentina,  volvieron a reunirse todos nuevamente en el plazo de dos años, radicándose en la ciudad de Bernal. Angelita  tenía 12 años. Aquí conoce a las Hijas de María Auxiliadora con quienes se encontraba cada domingo en la  Eucaristía. A los 16 años entró a trabajar en una fábrica de tejidos del lugar y luego de cuatro años decide ingresar  al Aspirantado en Bernal, pocos días antes de cumplir los 20 años. Este paso en su vida fue radical y lo narra  así: “Al comenzar el Aspirantado mi único objetivo era ser toda de Jesús. Cuando, al año, comencé el  Postulantado, lo consideré como un paso definitivo en mi entrega”.  

En 1963, año de su Primera Profesión, fue cocinera en Bernal; de 1964 a 1970, cocinera en el Noviciado  Sagrado Corazón de Morón. En 1971 sufrió una intervención quirúrgica y luego de recuperarse en la Casa San  José, se desempeñó allí mismo como cocinera hasta 1974 y como ecónoma hasta 1981. En 1982 fue ecónoma  en la casa de Ensenada y regresa a la Casa San José como Directora desde 1983 hasta 1988. En las casas de  La Plata (1989-1990), San Justo (1991-1999), San Isidro (2000-2006), Buenos Aires Garay (2007-2012) y Casa  San José se desempeñó como ecónoma, Representante Legal, vicaria, responsable de la distribución del trabajo  del personal de maestranza, portera; hasta que, en el año 2019, sin roles de responsabilidad, la encontramos  colaborando generosamente en las tareas comunitarias.  

La Hna Angelita fue una hermana muy querida, una feliz FMA. Era agradable estar con ella por la bondad  de su corazón, su sencillez, su sonrisa acogedora, su silencio orante, su fidelidad en la entrega cotidiana a Jesús  sirviendo a sus hermanas, su gratitud hasta el último momento. 

Días atrás fue internada de urgencia en el Policlínico de OSPLAD. En un momento dijo a quienes la  acompañaban: “Sean santas, trátense bien. Ofrezco por el Instituto, por la Inspectoría, por la comunidad”. El  cuadro se fue agravando hasta que, en esta madruga, un paro cardiorrespiratorio abrió para ella las puertas de  la eternidad. 

Querida Hna Angelita, gracias por tu preciosa vida que, a la luz de la ya cercana Pascua de Jesús, se vuelve un claro mensaje: una honda vida en el espíritu se hace visible en la sencillez y en la alegría del servicio. Nos  confiamos a tu intercesión por nuestra naciente Inspectoría. 

 Ofrezcamos por esta querida hermana nuestra oración de sugragio. 

Con afecto 

Sr. Silvia Boullosa 
Inspectora ARG