Sr. CANAL, Elena Obdulia

El 5 de julio 2023, en la clínica Cruz del Sur de Caleta Olivia, pcia. de Santa Cruz, el Señor recibió en su casa a nuestra querida hermana
Sr. CANAL Elena Obdulia
Nació en Puerto Santa Cruz, provincia de Santa Cruz, el 21 de noviembre 1936 Profesó en Morón, provincia de Buenos Aires, el 24 de enero 1957
Hija de Antonio y Monserrat Guilló, ambos españoles llegados a la Argentina a principios del 1900, Elena creció junto a sus 6 hermanos a las afueras de Puerto Santa Cruz, en Cañadón Misioneros, bello valle semidesértico y frío a la vera del Río Santa Cruz, asiento de la primera población en la zona. Desde allí los niños frecuentaron la escuela de los salesianos y de las hermanas, ambas presencias misioneras en el lugar, colaborando todos con sus padres durante el verano en el cuidado de la tierra y de los animales de la chacra familiar. La fuerte vida cristiana vivida en el hogar y la experiencia en la escuela maduraron en Elena su vocación religiosa, reconociendo sus padres que “el Buen Dios da una muestra de predilección a nuestro hogar y nosotros la entregamos generosamente, implorando a la Virgen Santísima que la bendiga y le conceda la perseverancia hasta el cielo”.
Casi toda su vida de FMA vivió en las casas de la Patagonia Austral. El año de su profesión llegó a Puerto Deseado donde realizó tareas comunitarias en la cocina y lavandería, animación del Oratorio, catequesis y enseñanza de bordado en la escuela primaria llegando a ser Coordinadora de Formación Profesional. En Río Gallegos estuvo desde el año 1960 a 1962 como Maestra de Jardín de Infantes, encargada de la cocina, del Oratorio semanal y de la catequesis. Iguales tareas realizó en Puerto Santa Cruz desde 1962 a 1965. En Río Grande estuvo en el año 1966 como asistente de las internas y Maestra de Preescolar. En Puerto San Julián fue encargada de la cocina y Maestra de Preescolar desde 1967 a 1973. Luego de un año de reposo en Alta Gracia, donde también acompañó el Oratorio, regresó a Puerto Santa Cruz como Maestra Preescolar, catequista y encargada de las Exalumnas desde 1975 a 1990. En 1984 inicia su servicio de ecónoma en esta comunidad, sin dejar sus responsabilidades anteriores, y lo continuará en Río Grande desde 1991 a 1999 y en Puerto Deseado desde 2000 a 2003, donde fue también asesora de la Unión Padres de Familia. Regresó a su ciudad natal en el año 2004 donde fue responsable de las Exalumnas, la Unión Padres, la asistencia en los recreos y la cocina. En el año 2010 fue también Vicaria en la comunidad, responsable de la crónica, del archivo de fotos y del comedor. El último tiempo de su vida la encuentra nuevamente en Puerto San Julián desde el 2012 como ayudante de la ecónoma, responsable de la crónica y de las Exalumnas. En el 2016 fue nombrada ecónoma de la comunidad, tarea que realizó hasta la actualidad y Representante Legal de la obra hasta el año 2019.
Fue una excelente maestra de Jardín de infantes. Los niños se sentían guiados por ella con firmeza y cariño. Mujer de trabajo incansable, organizada, de profunda confianza en la Providencia y de pertenencia a la Iglesia, era creativa a la hora de involucrar a la comunidad educativa, especialmente a las familias, en los proyectos que tenía entre manos (acondicionamiento de espacios comunitarios en varias comunidades, construcción del Jardín de Infantes en Río Grande, entre otros). Era alegre, aunque no lo demostrara demasiado. El buen gusto con el que concluía sus tareas era el sello de su corazón noble y emprendedor. “Me enseñó mucho en el camino de la fe”, expresa una Cooperadora Salesiana con quien compartió la misión en uno de los barrios, lugares donde desplegaba su preferencia por los más vulnerables. Estuvo presente en medio de los jóvenes hasta que la salud se lo permitió.
Luego de los resultados preocupantes de unos análisis que realizó un mes atrás, fue trasladada el 23 de junio a Caleta Olivia para tratar con un hematólogo un problema encontrando en la sangre. En esa ciudad, que se encuentra a 357 km de la comunidad, fue internada en la Clínica Cruz del Sur. Ingresó con un cuadro de neumonía que fue superando al comienzo, pero que fue empeorando los últimos días hasta el desenlace final ocurrido en la madrugada de hoy. Acompañada por la Hna Directora y otra hermana de la comunidad durante esos días, dejó hasta el último aliento en su Patagonia amada.
Querida Hna Elena, te sabemos junto al Señor en su alegría y amor sin fin. Desde allí intercede por nuestra Inspectoría, para que este tiempo nuevo que está comenzando renueve la pasión misionera en todas nuestras comunidades educativas.
Ofrecemos por la Hna Elena nuestra oración de sufragio.
Hna Silvia Boullosa
Inspectora