Nuestra historia

 

El Instituto de las Hijas de María Auxiliadora (IFMA) es nuestro modo de ser vida religiosa femenina en el mundo. Fue fundado en el año 1872 en Mornese (Italia), por San Juan Bosco, fundador de la Congregación Salesiana, y Santa María Dominga Mazzarello, cofundadora y primera superiora, junto a un grupo de jóvenes del lugar. La fuerza del carisma de los orígenes buscó muy pronto llegar a tierras lejanas donde niñas y jóvenes esperaban conocer la predilección del amor de Dios por ellas.

Un nacimiento sencillo que dio mucho fruto en el tiempo

El 26 de enero de 1879 llegó desde Italia a Buenos Aires, junto con los salesianos, la segunda expedición misionera del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora a América. La primera había sido en 1877 en Montevideo, Uruguay.
Se instalaron en Almagro en una casa pobre y sencilla que llamaron “el ranchito”, en el predio del actual Colegio Pío IX. Una carta describe los inicios de la misión de las hermanas en Argentina:
“La casita era pobre y no contenía sino las camas necesarias, con jergón de paja, colchón y almohada, una palangana para cada una, alguna silla, dos o tres cuadros de María Auxiliadora, una mesa con dos bancos largos. Más tarde nos llegaron unos bancos bajitos para cada una, que nos sirvieron para sentarnos a trabajar en el taller.
Se componía de cuatro piezas; un pequeño locutorio, un dormitorio para la Superiora, otro para la Comunidad y un cuarto que sirvió de capillita, en donde apenas cabían el altar y dos bancos. ¡Oh, esa capillita tan pobre, de cuánto consuelo nos servía!
En otro lado, un poco en medio del patiecito, teníamos la cocina y una especie de galpón, un verdadero ranchito que nos servía de comedor, sala de labor, lavandería, lugar de plancha, ropería, lugar de recreo, etc.”

A los 143 años,

un nuevo nacimiento

El 31 de enero del año 2023 se inauguró en Córdoba, con la presencia de la Madre General, Chiara Cazzuola, 10ª sucesora de María Mazzarello, la Inspectoría Argentina “Laura Vicuña”.

Un largo proceso de reflexión, con la participación de hermanas, laicos y jóvenes de las 64 presencias de las FMA en Argentina, fue poco a poco diseñando los primeros trazos hacia la unificación de las tres jurisdicciones existentes hasta entonces, una con sede en Buenos Aires (a partir de 1908), otra en Bahía Blanca (a partir de 1925) y la tercera en Córdoba (a partir de 1946).

Presentes en Argentina desde los primeros años de la fundación del Instituto, nos encontramos hoy en una sola inspectoría con sede en Córdoba al servicio de los y las jóvenes en variadas obras y espacios educativos, dedicadas con especial atención a aquellos más vulnerables y vulnerados presentes a lo largo y ancho del país.

La juventud y belleza interior de la Beata Laura Vicuña, alumna de Junín de los Andes cuyo nombre lleva la nueva inspectoría, inspira hoy la pasión educativa de todas nuestras comunidades educativas. A ella le pedimos interceda en este tiempo nuevo cargado de desafíos y posibilidades de bien para los jóvenes de hoy.