Comunicaciones

Circular N° 1035 Madre Chiara Cazzuola

Compartir la vida

Queridísimas hermanas:

Nos unimos a vosotras al final de este Pleno, en el que hemos compartido la rica experiencia de los encuentros y visitas realizadas en el último semestre por la Madre y por nosotras, Consejeras Generales. Dando gracias por lo vivido en cada realidad, reforzamos la certeza de que «la presencia es generadora de vida» y que el camino propuesto en el CG XXIV para cada Inspectoría es una guía válida para responder a las llamadas de la contemporaneidad.

Un año importante con Madre Caterina Daghero

El próximo 26 de febrero se cumple el centenario de la muerte de Madre Catalina Daghero que, con solo 25 años, sustituyó a Madre Mazzarello en la dirección del Instituto. Fue una tarea que llevó a cabo con maternidad y sabiduría, autoridad e impulso misionero, durante 43 años. Es una figura que hay que redescubrir y es fundamental para comprender la dinámica de consolidación y desarrollo de nuestro Instituto en un período marcado por innumerables transformaciones en el mundo, en la Iglesia y en la Familia Salesiana.
A lo largo de este año centenario, algunas publicaciones e iniciativas nos permitirán profundizar en el conocimiento de esta mujer que fue llamada «la más querida de las Madres».
Sor Catalina conoció y fue acompañada por Don Bosco tanto en sus primeras experiencias formativas, en contacto con la realidad juvenil de Turín, diferente de la de Niza, como al comienzo de su tarea como Superiora General.
Ciertamente, el momento más difícil y doloroso para ella fue el de la separación de nuestro Instituto de la Congregación Salesiana, solicitada por la Santa Sede después de la publicación de las Normae secundum quas (1901). Y, sin embargo, esa poda reveló la solidez del Instituto y su potencial carismático. Madre Catalina y todas las Hijas de María Auxiliadora pudieron contar con la discreta y sabia paternidad de don Michele Rua, como garantía de fidelidad al mismo espíritu original. Ella afirmaba con determinación: «Nosotras somos de Don Bosco: debemos pensar, hacer, rezar, vivir, como él nos enseñó». Y también: «Allá donde todavía no está nuestro trabajo, debemos ir, debemos llevar el espíritu y la Virgen de Don Bosco».
Durante su gobierno, el Instituto obtuvo el reconocimiento del derecho pontificio e inició la causa de beatificación de Madre Mazzarello. Con la valiosa colaboración de las Consejeras Generales, con una fe audaz, continuó enviando a las Hijas de María Auxiliadora a los lugares de misión más lejanos, hasta el punto de que, a su muerte, el Instituto estaba presente en 34 Naciones de 4 Continentes. Ella misma realizó más de 400 viajes, entre ellos a América, con el deseo de «ver por sí misma» y estar con sus hijas con maternidad y comprensión, teniendo un objetivo claro de la
misión a alcanzar con una mente abierta y una determinación valiente.
Siguiendo las huellas de Don Bosco que, en el «sueño de los nueve años», había recibido la consigna «No a golpes, sino con mansedumbre y caridad… con obediencia y ciencia…», Madre Daghero promovió no sólo las obras catequéticas y sociales, sino también las Escuelas Normales para la formación de educadoras y maestras cualificadas (religiosas y laicas) según el Sistema Preventivo de Don Bosco. En 1900 se completó el proceso de actualización de la Escuela Normal de Niza, que había comenzado en 1896. En esa Escuela se formaron muchas educadoras misioneras y maestras municipales competentes.
También favoreció la apertura de numerosos oratorios festivos y la animación de la catequesis parroquial, exhortando: «No os preocupéis por el trabajo o el sacrificio por el bien de las oratorianas… abrid, abrid el oratorio con las puertas abiertas de par en par… os formaréis estudiando y enseñando el catecismo». Aceptó con valentía que las Hijas de María Auxiliadora dirigieran internados para trabajadoras, internados para estudiantes universitarias y empleadas, y otras obras educativas y promocionales que respondieran a las necesidades de un mundo en transformación debido a la Revolución Industrial, con la participación de muchas jóvenes también en el trabajo fuera del hogar.
Estuvo abierta a la colaboración con asociaciones laicas y diversas administraciones, para promover la asistencia y la formación preventiva. La caridad y la fidelidad al da mihi animas cetera tolle fueron el motor de su intensa actividad de gobierno.
Con este centenario iniciamos un período de tres años de preparación para el 150° aniversario de nuestra primera expedición misionera (1877), que siguió a la de los Salesianos (1875). Las celebraciones comenzarán en 2025 y en breve las comunicaremos a todo el Instituto.

Construir la paz

El drama de la guerra se perpetúa todavía hoy en la historia, a pesar de que «siempre se ha esforzado el hombre con su trabajo y con su ingenio en perfeccionar su vida» (Gaudium et spes, 33). Al fin y al cabo, la paz no es un bien que se pueda alcanzar de una vez por todas, sino que requiere un compromiso continuo y dinámico para generarla cada día. No podemos permanecer indiferentes ante las continuas noticias trágicas que nos llegan de los medios de comunicación y nos solidarizamos con nuestras hermanas que, en diferentes partes del mundo, viven más directamente situaciones de violencia, agresión, conflictos y abusos de poder, con las consiguientes consecuencias
dramáticas también para la misión educativa.
La humanidad desea la paz, pero aún no ha encontrado el camino hacia ella. El Papa, en una oración por la paz, señaló que no sabemos bien qué entendemos por paz: «Hemos intentado muchas veces y durante muchos años resolver nuestros conflictos con nuestras fuerzas y también con nuestras armas. […] Pero nuestros esfuerzos fueron en vano. […] Infunde en nosotros la valentía de hacer gestos concretos para construir la paz» (Papa Francisco, Oración por la paz, 8 de junio de 2014).
Son nuestros comportamientos cotidianos los que generan una cultura de paz, los que afectan y se difunden en la sociedad. Al mismo tiempo, la paz es un don de Dios que hay que invocar con insistencia confiada.
En este momento de la historia, estamos llamadas a intensificar nuestra oración y compromiso cotidiano para multiplicar los gestos de paz, dejando ir las cosas triviales y cultivando la benevolencia y la reconciliación en nuestras relaciones. Recemos el Ave María por la paz, que ya rezamos comunitariamente cada mañana, con mayor conciencia y espíritu de comunión, sintiéndonos parte de la gran familia humana.
Para profundizar en el verdadero significado de la paz, nuestra Revista Da mihi animas abordará este tema, siempre relevante, a lo largo del año 2024. La intención es cultivar una idea común de paz y justicia, para comprender mejor la importancia de escuchar la Palabra de Dios, que revela su sueño de paz para la humanidad; además, redescubrir la relevancia del Sistema Preventivo como una herramienta válida para la educación para la paz, que nos permita «cuidar» a las nuevas generaciones para ayudarlas a construir relaciones más humanas y generadoras de vida.

El proceso de actualización de nuestros documentos

Continuamos con el compromiso de actualizar el texto del Proyecto de Formación «En los surcos de la Alianza» y de revisar las Líneas Orientativas de la misión educativa de las FMA «Para que tengan vida y la tengan en abundancia». Durante este período, se organizaron Grupos de trabajo internacionales para favorecer la participación de muchas comunidades educativas y expresar la convicción de que la verdadera renovación no se mide solo en los documentos producidos, sino en el acrecimiento eficaz de la identidad personal y comunitaria en el espíritu del carisma salesiano-mornesino,» (Circ. 1031).
Los Ámbitos de Formación y Pastoral Juvenil formularon las preguntas, identificaron las características de las personas, y las Conferencias Interinspectoriales indicaron los participantes y facilitadores de estos grupos. La mayoría de estos grupos de trabajo, en los que participarán cerca de mil personas de todos los continentes (FMA, jóvenes en formación, laicos, jóvenes, Iglesias locales y otros miembros de la Familia Salesiana), se realizarán online en la primera parte del año.
En enero, se llevó a cabo la reunión online de los facilitadores de los Grupos de trabajo. La transcripción íntegra de las reuniones se analizará con vistas a la revisión de los dos documentos.

Actividades y celebraciones para el próximo semestre

Una de las opciones prioritarias destacadas por el Capítulo General XXIV fue la de la formación: en toda circunstancia, en toda edad y para todo tiempo. De ello dependen nuestro crecimiento espiritual, la calidad de nuestro testimonio de vida cotidiana, la fecundidad de nuestra misión y nuestras relaciones entre nosotras y con la creación.
Para formarse y crecer juntos, del 7 al 27 de febrero se celebra en la Casa Generalicia la Conferencia para las Maestras de Novicias sobre el tema: Ser Maestras de Novicias hoy. ¿Cómo acompañar y personalizar la formación activando nuevos procesos formativos? Uno de los objetivos es repensar los procesos de discernimiento y acompañamiento vocacional a la luz de los desafíos antropológicos y sus implicaciones educativas en el crecimiento personal y en los frágiles procesos de identidad.
Como ya hemos compartido en la Circular No 1030, la celebración de los Seminarios «Por un Servicio de Autoridad Generativa», en el mes de marzo, nos permitirá llegar a las Inspectoras, a los Consejos Inspectoriales y a las referentes de los Ámbitos de las Conferencias Interinspectoriales CIB, CICSAL, CINAB.
En este momento también estamos comenzando la preparación para la Fiesta de la Gratitus Mundial, que estamos invitadas a vivir en comunión con la Inspectoría «San Juan Bosco» de Mozambique. La Vicaria General, en sinergia con la Inspectoría, ya ha enviado los detalles de la fiesta.
Hemos recibido con alegría el anuncio del Papa Francisco que indica la primera Jornada Mundial de los Niños los días 25 y 26 de mayo en Roma. Le agradecemos su atención y predilección por los niños y niñas y nos sentimos comprometidas con entusiasmo en esta gran iniciativa eclesial, tan en sintonía con nuestro carisma, que nos implicará también a nivel local.
En preparación para el Jubileo 2025 «Peregrinos de la Esperanza», memorial de la misericordia de Dios para su pueblo, el Papa nos invita a vivir y dedicar este año a la oración. Y por eso escribe: «¿Y qué mejor maestra que nuestra Madre Santa? Pongámonos en su escuela: aprendamos de Ella a vivir cada día, cada momento, cada ocupación con la mirada interior vuelta hacia Jesús. Alegrías y penas, satisfacciones y problemas. Todo en presencia y con la gracia de Jesús, el Señor. Todo con gratitud y esperanza”. (Papa Francisco, Homilía en las primeras vísperas de la solemnidad de María SS.ma Madre de Dios, 31 de diciembre de 2023).
Ya hemos enviado la carta para la preparación, a nivel local e inspectorial de la Verífica Trienal, que realizaremos para las Conferencias Interinspectoriales en 2025. Será una nueva oportunidad que el Instituto nos ofrece para reavivar la conciencia de nuestra identidad carismática, para releer nuestra experiencia a la luz de la Palabra de Dios y de los desafíos de hoy y, junto con los jóvenes y las jóvenes, proyectarnos con nueva esperanza hacia el futuro.
En esta Cuaresma, encomendémonos a María, Maestra y Guía, para que nos ayude a vivirlo todo con alegría y esperanza, con fe y celo apostólico.

Roma, 24 de febrero de 2024

La Madre y las Hermanas del Consejo